Una vez los lubricantes terminados abandonan las instalaciones de Q8Oils, su integridad pasa a depender de la calidad de almacenamiento y el cuidado en su manipulación. Para garantizar la máxima vida útil, deberá tener en cuenta las siguientes directrices.

La calidad de los productos Q8Oils en nuestra planta de mezcla es monitorizada y controlada con suma atención, siguiendo medidas estrictas en el proceso de producción, envasado y transporte, con el objetivo de asegurar que cada producto se encuentra exento de cualquier contaminante y cumple o supera las especificaciones de diseño en el momento de abandonar nuestras instalaciones.

Sin embargo, una vez nuestros clientes reciben el producto, la calidad final del mismo, así como la vida útil del envase, pasan a depender en gran medida de las condiciones ambientales y de almacenamiento.

La oxidación es un fenómeno que se produce en cualquier lubricante en contacto con el aire, incluyendo los productos almacenados. La formulación del lubricante determina el ratio de oxidación y la fecha de caducidad del producto.

• Aceite base: Los aceites minerales muy refinados e hidrocarburos sintéticos se pueden almacenar durante más tiempo que los aceites minerales menos refinados o los ésteres inorgánicos.
• Aditivos: La presencia de aditivos antioxidantes y antiherrumbre incrementan el tiempo de almacenamiento, mientras que los aditivos EP (Extrema Presión), lo reducen.
• Espesante o jabón: Los espesantes o jabones en las grasas pueden acelerar la degradación, limitando el tiempo de almacenamiento.

Generalmente, son los fabricantes de lubricantes quienes indican el tiempo de almacenamiento de sus productos terminados. En base a una serie de encuestas y nuestra propia experiencia, recomendamos no mantener un producto almacenado en el interior durante más tiempo del indicado a continuación:

Pese a esto, en cada caso la velocidad de degradación de los lubricantes se verá afectada en gran medida por las condiciones de almacenamiento.

Los factores más importantes a tener en cuenta son:

• Temperatura de almacenamiento: Incrementar 10°C la temperatura de almacenamiento dobla la tasa de oxidación, reduciendo a la mitad el tiempo de uso del producto.
• Humedad, oxígeno: la presencia de agua acelera la oxidación del aceite.
• Condiciones de almacenamiento (cubierto o descubierto, en el interior o el exterior)

Cualquier lubricante se mantiene en mejores condiciones almacenado en el interior, donde hay una menor variación de las temperaturas. Si el espacio en el interior es limitado, se debe dar prioridad a los envases pequeños y a los productos abiertos, además de los aceites que puedan ver afectadas sus propiedades con el frío. Raramente se dará la circunstancia de que las temperaturas en el interior bajen hasta el punto de afectar negativamente al lubricante.

Por otro lado, se recomienda evitar el almacenamiento cerca de puntos calientes como tuberías por las que circule vapor a alta temperatura, hornos, calderas, etc., con el fin de prevenir fenómenos de degradación térmica o volatilización de solventes. La zona de almacenamiento con mayor temperatura debe reservarse para lubricantes de alta viscosidad, con el objetivo de facilitar su manipulación. Los productos han de mantenerse secos en todo momento para prevenir la corrosión del envase o contenedor.

Es posible almacenar productos en el exterior si se protegen correctamente frente a las temperaturas extremas y el agua. La mayoría de los lubricantes se pueden almacenar en el exterior durante períodos limitados de tiempo. Sin embargo, si se prevén temperaturas por debajo de 0°C, se deben proteger los productos sensibles a los efectos de la congelación como las emulsiones agua/aceite y los fluidos solubles.

Los productos siguientes no deben ser almacenados en el exterior bajo ninguna circunstancia:

• Aceites Dieléctricos
• Aceites de Refrigeración
• Grasas
• Aceites de Corte Puros con compuestos grasos que puedan solidificarse con el frío.

Los bidones almacenados en el exterior sufren altas variaciones de temperatura y presión interna. Estas variaciones hacen que el bidón “respire” si no dispone de un sello de fábrica, captando humedad desde el exterior. Este fenómeno ocurre particularmente si el bidón se coloca en vertical, creando una zona de almacenamiento de agua de lluvia. De igual manera, el agua almacenada puede oxidar el bidón.

Los envases pequeños, como botellas o garrafas, no están diseñados para soportar condiciones climatológicas adversas. Si el almacenamiento en el exterior es inevitable, se deben proteger de la lluvia y la humedad, permitiendo a la vez la circulación de aire.